Crying en español

Hallo en una entrevista que el momento favorito de Mulholland Drive (2001) para David Lynch, su propio director, es también el mío: Rebekah del Rio cantando a capella una bellísima versión en español de "Crying", la cuasi trágica melodía de Roy Orbison. La señorita Del Rio, en la escena, pretende actuar sobre una grabación o playback de su misma inspiración, una situación que se ajusta al estilo del local nocturno donde se presenta y que se llama Silencio. Advertidos, los parroquianos asisten al desvanecimiento de la cantante y no se inmutan al oír aquella voz intacta, vibrando sobre el cuerpo inerte. Es un momento estremecedor y una hazaña difícil: la frustrada sincronización de los labios con el sonido de su propia voz pone en jaque imposible a la versión de "In Dreams" perpetrada por el monstruoso Dean Stockwell en Blue Velvet (1986): la voz era la original de Orbison entonces, y ahora la emoción (que embarga a los espectadores fuera y dentro de la pantalla, incluidas las protagonistas, por igual) es de Rebekah del Rio.

Thirteen (2003)

Los primeros segundos del filme escrito por Nikki Reed (en la escena) y dirigido por Catherine Hardwicke, quienes después realizarían la fantasía adolescente Twilight (2008).

"The cuckoo clock"

Orson Welles en su momento de mayor esplendor actoral. Tanto así que fue él mismo, y no Graham Greene, quien escribió uno de los parlamentos más incontestables del cine para este clásico de 1949.

Baby Doll

La colaboración cinematográfica de Williams y Kazan tuvo su culminación en este verdaderamente portentoso filme, casi desapercibido en la actualidad --cuando en su estreno fue tan infame como Lolita en su publicación. Carroll Baker encarna lo femenino: virginal y terrenal, niña-mujer, rubia kazaniana.

Elmer Gantry (1960)

Trotamundos, mujeriego, embaucador Elmer Gantry (Burt Lancaster) arriba a un servicio religioso afroamericano en 1926, y se gana inmediatamente a la asamblea.

El chico (1921)

Hilarante dupla Charlie Chaplin/Jackie Coogan en esta cumbre del melodrama y la comedia silentes.

La diligencia (1939)

John Wayne fue la estrella que John Ford descubrió al mundo en el que es probablemente el western más importante de todos los tiempos.

A Hard Day's Night (1964)

Entre los Beatles, Ringo era el favorito de los críticos de cine, lo que al parecer lo animó a seguir una corta carrera como actor.

Marathon Man (1976)

Laurence Olivier y Dustin Hoffman, dos gigantescos intérpretes y dos estilos opuestos de actuación fílmica, se enfrentaron en un duelo inolvidable como Babe Levy y el Dr. Christian Szell, héroe y villano, respectivamente, del clásico thriller escrito por William Goldman y dirigido por John Schlesinger. Lo evidente es que ambos se complementan a la perfección, sobre todo acaso en este momento legado a la posteridad. Jamás una pregunta fue hecha con tanta claridad.

Teorema

Anne Wiazemsky es Odetta, la hija de una familia destruida por una extraña visita en este filme de 1968.

Tom Cruise en Magnolia (1999)

En el rol de Frank T.J. Mackey, gurú de la seducción y showman legítimo, la entonces súperestrella asumió uno de sus retos más personales y exitosos, brillando con luz propia en medio de un reparto pleno de actores inspirados. El resultado fue una labor interpretativa inesperadamente portentosa, en consonancia con la culminación bíblica de los eventos. Dirige P.T. Anderson.  

The Adventures of Robin Hood (1938)

Robin Hood (ideal Errol Flynn) y el usurpador Juan sin Tierra (Claude Rains) enfrentados en un duelo de voluntades que representa el conflicto principal de la incomparable pieza dirigida por Michael Curtiz y producida por los estudios Warner en su edad de oro.

Rojos (1981)

Esta secuencia, editada por la legendaria Dede Allen, es el auténtico clímax del docudrama de Warren Beatty acerca de John Reed y los primeros días del Comunismo en América.

Calles peligrosas (1973)

Johnny Boy (Robert De Niro) entra en el bar, donde lo espera Charlie (Harvey Keitel), su mejor amigo. Memorable escena de la película protagonizada por Keitel y dirigida por Martin Scorsese --su primer éxito de crítica y de público. La "infernal" visualización a cargo del director de fotografía Kent Wakeford, prefigura el trabajo de Michael Chapman en Taxi Driver (1976).

Last Tango in Paris

Brando superándose a sí mismo. He aquí un hombre que conoció las cimas y simas de la sensibilidad humana, y que fué capaz de volver para contarlo todo en momentos como éste, de suprema calidad artística.  

Plata quemada (2000)

0:38-1:46
El mito de Gassman sirve de contexto metafílmico a la sórdida empresa criminal ilustrada por Ricardo Piglia y Marcelo Piñeyro en un thriller fallido pero de interés, inspirado en la crónica roja de la Argentina de la "década prodigiosa".

Dos hombres y un destino (1969)

Un momento de paz en medio de la persecución de nuestros asaltantes de bancos y trenes favoritos. Pocas veces un bigote hizo de su portador una estrella de la noche a la mañana; y es que Newman además encontró en Redford incluso una mejor pareja que Katharine Ross. Pero es ésta, tan memorable aquí como en El graduado, quien acompaña a Butch Cassidy en una escena idílica como pocas.

Bruce Lee en Operación Dragón (1973)

El rey de las artes marciales en uno de los tantos momentos perfectos --todos los suyos-- de la cinta que lo hizo mundialmente famoso. En realidad, el espectador se queda con las ganas de ver mucho más, desde que la aparición del carismático protagonista es, aunque relativamente, demasiado breve. (Y El juego de la muerte sería su próxima y última contribución al cine, menos de 15 minutos en el montaje de 1978.) Noten que al final, cuando queda atrapado, su actitud es muy similar a la mostrada por su discípulo Steve McQueen en la película que, a su vez, lo convirtió en superestrella: El gran escape (1963).

Once Upon a Time in the West (1968)

Descubrir al Henry Fonda de Érase una vez en el Oeste siempre será chocante. Uno de los héroes americanos del cine se transforma en su propia antítesis, un malvado como los que él mismo solía enfrentar, o peor si cabe. Y no es que la moral de Fonda jamás se hubiese relajado: en un título de hacía sólo 2 años, A Big Hand for the Little Lady, podía apreciarse su gran talento como actor en un juego de naipes que ganaba, digamos, picarescamente. Sin embargo, nunca había cruzado la línea que lo separaba del Walter Brennan de Pasión de los fuertes (My Darling Clementine, 1946); más bien, había permanecido a una distancia que era la garantía misma de su ética implacable. Con la película escrita y dirigida por Sergio Leone, la dureza masculina de Tom Joad deviene elocuente crueldad.

Sidney Poitier en Al calor de la noche

Uno de los momentos históricos del cine americano, en plena lucha por los derechos civiles. 

Boogie Nights (1997)

Momento ejemplar del sentimiento de pertenencia y de integración que experimentan los personajes de esta entrañable épica marginal.