(500) Days of Summer

Dentro de la estructura arquitectónica, de la ilusión de caos ordenado que caracteriza el verano idílico de Tom (Joseph Gordon-Levitt), cual en un mal sueño más que en una realidad cuya naturaleza se revela tan leve como las hojas del otoño, Zooey Deschanel es el signo de la polaridad y lo transitorio: musa y femme fatale, Elaine Robinson y Mrs. Robinson, incluso talvez Randle McMurphy y (definitivamente) la diabólica enfermera Ratched al unísono. La mujer como una moneda; o la vida misma, vista desde una pecera en The Graduate. Life is a bitch. No obstante, ¿a quién no le gustaría tener una chica como Zooey, aunque fuese durante la eternidad de un día? O, alejándonos del asunto, una hermana menor como Chloë Moretz. Así que Tom es mucho más afortunado de lo que parece --pero no en esta escena. 

  

Más negro que la noche (1975)

Inspiración poética y elegancia visual es lo que encontramos en este clásico giallo a la mexicana realizado por Carlos Enrique Taboada. El argumento resulta demasiado sencillo: cuatro mujeres jóvenes, tan bellas por fuera como humanamente imperfectas, se mudan del departamento que apenas alcanzaban a pagar juntas a la mansión añeja que una de ellas hereda repentinamente de una tía olvidada en los recuerdos menos gratos de la infancia, con una sola condición: que el gatito que era su único amigo no pierda su hogar. Taboada, escritor y director de la pieza, descubre la claustrofobia de los espacios abiertos entre cuatro paredes y el suspenso agónico de una muerte justiciera que mira al espectador recompensándolo con una sonrisa de ultratumba. Una buena banda sonora firmada por Raúl Lavista y las sorprendentes actuaciones --Alicia Palacios en el rol de Sofía, el ama de llaves que se va dejando atrás su disfraz de Mrs. Danvers conforme se "desembrolla" la trama, es simplemente excelente-- redondean un acabado ejercicio de horror en los antípodas del delirio grotesco de Juan López Moctezuma y que logra rayar en la impresión de fineza estética de un Mario Bava (su apreciación exquisita de las formas femeninas incluida, ciertamente).

Forrest Gump (1994)

Forrest Gump, el mágico personaje titular que valió a Tom Hanks su consecutivo Oscar al Mejor Actor, representa a esa galería tradicional, significativa de héroes casi inconscientes y finalmente americanos que también incluye a tipos con más músculo que inteligencia como Rocky Balboa y Terry Malloy, pero más próximamente a los caprianos Longfellow Deeds y Jefferson Smith. Forrest Gump es una conmemoración histórica y una celebración individual: la de un pequeño y vulnerable huérfano que enseña a bailar a Elvis, y años después sorprende con su candidez a JFK gracias a la creatividad de los FX; una historia de amor y de amistad, y una fábula sobre el destino y sus veleidades. Posee encanto y cierta belleza, y una notable interpretación de su estrella. Robert Zemeckis dirige con humor y ternura, además de melodía y ritmo. No puedo terminar esta nota sin destacar muy especialmente el score de Alan Silvestri y el rol de un conmovedor Gary Sinise, ambos fundamentales para el éxito de la película.