Dentro de la estructura arquitectónica, de la ilusión de caos ordenado que caracteriza el verano idílico de Tom (Joseph Gordon-Levitt), cual en un mal sueño más que en una realidad cuya naturaleza se revela tan leve como las hojas del otoño, Zooey Deschanel es el signo de la polaridad y lo transitorio: musa y femme fatale, Elaine Robinson y Mrs. Robinson, incluso talvez Randle McMurphy y (definitivamente) la diabólica enfermera Ratched al unísono. La mujer como una moneda; o la vida misma, vista desde una pecera en The Graduate. Life is a bitch. No obstante, ¿a quién no le gustaría tener una chica como Zooey, aunque fuese durante la eternidad de un día? O, alejándonos del asunto, una hermana menor como Chloë Moretz. Así que Tom es mucho más afortunado de lo que parece --pero no en esta escena.
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