domingo, 29 de julio de 2012

Subida al cielo (1952)


Durante su mejor período, aquél hablado en su propio idioma con acento mexicano, Buñuel no sólo hizo Los olvidados o Él, sino que también creó películas en apariencia menores como El río y la muerte y (acaso) La hija del engaño, e incluso otras en donde la anécdota es lo que cuenta y el surrealismo es más difuso sin dejar de existir. Una de éstas, la cual nos ocupa, describe una situación familiar límite en un pueblo de pobres granjeros: la anciana madre agoniza, y sus hijos mayores ya se están disputando los bienes que ella tiene reservados a su pequeño hermano menor, para quien aspira una vida profesional, ajena al analfabetismo y la miseria. El tercero de los hijos, un muchacho de buena voluntad que acaba de casarse, intentará ayudar a la anciana en su objetivo, pero el necesario viaje en ómnibus encontrará muchos obstáculos y paradas, en particular ante las curvas peligrosas de Lilia Prado, más arriesgadas que ninguna de la subida montañosa del título.


miércoles, 11 de julio de 2012

She-Wolf of London (1946)


Cuando Curt Siodmak pertrechó el primer borrador de lo que eventualmente sería estrenado como The Wolf Man (1941), no quedaba tan claro en la narrativa que la licantropía no pudiera ser una alucinación o los ramalazos de insania temporal del pobre protagonista. En la cinta que nos ocupa, una joven aristocrática, a punto de contraer matrimonio con un inteligente abogado, caerá en la red de intrigas originadas por una serie de asesinatos próximos a su residencia, espeluznantes muertes que ella atribuirá a una maldición heredada de sus padres. 

domingo, 1 de julio de 2012

Year of the Dragon (1985)


Escrita por Oliver Stone (sobre una novela de Robert Daley) y dirigida con fervor pasional por Michael Cimino, Year of the Dragon sigue siendo, como solían aseverar los comentaristas locales en mi época de cinéfilo recién asumido, una de las mejores películas de los ochentas. Desde la dinámica eficacia de la pantalla ancha hasta el versátil score de David Mansfield y Lucia Hwong, pasando por la magnífica recreación de Chinatown y demás escenarios pertinentes, esta épica, tensa, explosiva narración acerca de un policía veterano de Vietnam en su imparable empresa para exterminar las tríadas neoyorkinas no puede ser más provocadora y emocionante vista hoy. John Lone, sobre todo, aquel excepcional actor chino descubierto por Cimino, brinda aquí una de las interpretaciones más inolvidables y apasionantes que se hayan plasmado de un gangster en el ecran: distante, aristocrático, calculador, con la sangre fría y el ego por los cielos, bello como un arcángel de la muerte, su Joey Tai es un demasiado encantador Michael Corleone oriental enceguecido por una implacable ambición de poder y apoyado en una inteligencia criminal brillante, sólo obnubilada por su rivalidad con Stanley White, un mítico Mickey Rourke también de antología.