Escrita por Oliver Stone (sobre una novela de Robert
Daley) y dirigida con fervor pasional por Michael Cimino, Year of the Dragon
sigue siendo, como solían aseverar los comentaristas locales en mi época de
cinéfilo recién asumido, una de las mejores películas de los ochentas. Desde la
dinámica eficacia de la pantalla ancha hasta el versátil score de David
Mansfield y Lucia Hwong, pasando por la magnífica recreación de Chinatown y
demás escenarios pertinentes, esta épica, tensa, explosiva narración acerca de un
policía veterano de Vietnam en su imparable empresa para
exterminar las tríadas neoyorkinas no puede ser más provocadora y emocionante vista
hoy. John Lone, sobre todo, aquel excepcional actor chino descubierto por
Cimino, brinda aquí una de las interpretaciones más inolvidables y apasionantes
que se hayan plasmado de un gangster en el ecran: distante, aristocrático,
calculador, con la sangre fría y el ego por los cielos, bello como un arcángel
de la muerte, su Joey Tai es un demasiado encantador Michael Corleone oriental
enceguecido por una implacable ambición de poder y apoyado en una inteligencia
criminal brillante, sólo obnubilada por su rivalidad con Stanley White, un mítico Mickey
Rourke también de antología.
domingo, 1 de julio de 2012
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