martes, 9 de abril de 2013

“The Sorcerer’s Apprentice” (TV) (1962)


Se puede afirmar que Robert Bloch, uno de los autores fundamentales del género de horror en el siglo pasado, al lado de otros como el imprescindible William Peter Blatty, poseía cierta intuición y regusto respecto de la franja más obvia de la realidad fantástica --obvia en el sentido de la carta robada de Poe-- que favorecían su literatura y le hacían esquivar lo perecedero gracias a unos asuntos y temas, siendo directos y bordeando inclusive la vulgaridad de lo cotidiano, sin pierde, con una poesía de lo macabro que sabía trascender la naturaleza sórdida y brutal de su adecuadísima prosa. Colaborador, por todo ello, ideal de Hitchcock (a quien, si hiciera falta decirlo, suministró las complejidades indecibles de su trama más diabólica en Psycho), Bloch escribió este episodio (vetado por los auspiciadores) de la clásica Alfred Hitchcock Presents. En él, un jovencito simple y de oscuro pasado, fugitivo de un orfanato, interpretado con entusiasmo contagioso y espeluznante por Brandon deWilde (post-Shane, pre-Hud), se ve involucrado en la turbia intriga de una infiel rubia (Diana Dors) para eliminar a su en apariencia mefistofélico marido, un mago simpatizante acaso de la división conyugal a lo Raymond Burr en Rear Window.

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