miércoles, 28 de enero de 2015

Foxes (1980)


Acaso los productores de la última versión de Lolita apreciaron el esteticismo adecuado del debutante director (de largometrajes) Adrian Lyne en los títulos de crédito de la película de nuestro comentario: su cálida cámara se detiene en y se desliza desde los pies (y cada uno de sus dedos) de Jodie Foster --filmada como Sue Lyon-- hacia sus piernas y su rostro sumergidos en el sueño compartido de las inocentes: un cuarteto adolescente con exagerados problemas de disfunción familiar... en su mayoría. Entre las otras tres se halla Cherie Currie, la Cherry Bomb (no por más bonita, que ésa era Joan Jett, sino por más insinuante) de The Runaways haciendo su propio debut actoral en el rol de una runaway con tatuaje de cherry: debemos admitir que su trabajo, aunque apañado por el de Foster, es el único de algún riesgo en una cinta irregular aun en el estilo fotográfico de Lyne --cuyos encuadres, confeccionados por Michael Seresin (habitual colaborador de Alan Parker), alcanzan a mostrar una América nocturna como la de Edward Hopper. El guión logra un paisaje ambicioso pero mediano de la actitud vital de cierta juventud a fines de los '70s, con pocas situaciones sostenidas o llevadas a sus consecuencias finales en términos realmente dramáticos o emotivos --con la evidente excepción de la línea narrativa que sigue a Currie--; así que la pieza se apoya principalmente, además de Foster (quien aquí se reúne con Bugsy Malone himself, Scott Baio), en la obra de Giorgio Moroder, siendo “On the Radio”, vocalizado por la Reina del Disco, Donna Summer, el puntal de otro soundtrack para el recuerdo --aunque American Gigolo, el otro score/songtrack de Moroder en el mismo año, es vastamente superior. (La colaboración más reconocida entre Lyne y el productor-compositor sería Flashdance.) Es una suerte de precoz Fast Times at Ridgemont High (incluido Robert Romanus, aquí como ex novio de mi actriz favorita) sin la profundidad de la experiencia, más allá de la inevitable violencia de crecer y el glamour de un grupo de chicas en San Fernando Valley; lo cual no significa que su asunto no posea algún encanto, máxime cuando fue la última película que Jodie estrenó antes de enrumbar hacia Yale. También en el (bastante desaprovechado) reparto, Sally Kellerman (la musa de Altman), un todavía delgado Randy Quaid y Laura Dern diez años antes de Lula Pace. 3.5/5



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