En esta
película rodada en Perú y basada en la pieza homónima de Peter Shaffer se
escenifica el encuentro entre dos reinos: la Corona Española, representada por
el conquistador Francisco Pizarro (un Robert Shaw idealmente elegido), y el Imperio Inca, encarnado en Atahualpa (Christopher Plummer luciendo ojos principescos). La adaptación abre, por supuesto, el espacio teatral ofreciendo
el privilegio cinematográfico de sus auténticas locaciones, pero los mejores
momentos son, sin ninguna duda, aquellos entre cuatro paredes que, y son
necesariamente demasiado pocos y breves, atestiguan un duelo dramático
irrepetible en el cual Plummer y Shaw brindan algunos instantes conmovedores,
de verdadero lujo --aunque alguien podría quejarse del amaneramiento que el primero imprime a su interpretación, o de que el rudo Shaw ennoblezca a Pizarro:
recordemos que no se trata de una lección de Historia, sino de inexactitudes de
diverso tipo elevadas por la creatividad. Ni los tesoros del milenario Perú en
todo su dorado esplendor ni el peso de la vida transpirado por cada bloque de
piedra constituyente de algunos de los monumentos más apreciados por el turismo
mundial --aunque captados mediocremente, como el resto del asunto, por la cámara
de Irving Lerner-- pueden compararse con la emoción de descubrir a Pizarro y
Atahualpa en los entresijos mismos de una relación que los iguala a la vez que
los confronta en y con su mutua humanidad. Más allá de esto, notemos, siempre
secundariamente, la épica y simple banda musical de Marc Wilkinson y la blanda presencia de
Leonard “Romeo” Whiting dentro de una producción británica que cumple con dar a
conocer el exótico texto de Shaffer. 3/5
sábado, 11 de octubre de 2014
The Royal Hunt of the Sun (1969)
Etiquetas:
christopher plummer,
robert shaw,
the royal hunt of the sun
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario